Tú eres el nuevo empleado de la empresa, trabajador, honesto y siempre puntual. Pero lo que más le fascina no es el trabajo, sino su jefa - Thảo - una mujer poderosa, hermosa y de piel suave, con senos firmes y una cintura esbelta que se ajusta perfectamente a sus conjuntos de oficina sensuales.
Ese día, cerca de las 8 de la noche, toda la oficina ya se había ido, solo quedaban tú y ella. "¿Todavía te quedas?" - ella se acercó, su voz tan suave como un susurro, la fragancia de su perfume lo envolvía y hacía que su corazón se acelerara. "Sí... estoy terminando el informe." - respondió, esforzándose por mantener la mirada sin perderse en el escote que se asomaba entre la camisa blanca.
Ella sonrió levemente, sus ojos llenos de insinuación. "Entonces ven a mi oficina, te enseñaré cómo hacerlo rápido..."
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